Antes de entrar al meollo de este asunto, es decir, a qué hacer durante el ciclo menstrual, quiero platicarte una perspectiva con la que entré en contacto a últimos meses y me ha llevado a entender, aceptar y aprovechar mi naturaleza cíclica.
Y no solo hablo de los días de sangrado sino de todo lo que acontece durante, antes y después.
Resulta que por diversos factores perdí mi periodo menstrual durante 6 meses. Estaba muy consternada, sin entender qué pasaba en mi cuerpo. Desde que comencé a reglar (12 años) mi periodo siempre había sido constante y de 28 días exactos, de hecho había meses en que era casi exacta la hora de su llegada. Y de repente se había ido. Y no, no podía ser un embarazo porque créanme no había modo, a menos que la historia de la virgen María se repitiera conmigo, pero no lo creo. El caso es que no estaba, no llegaba y cuando sentía que podría venir, pues no, no llegaba.
Me puse en contacto con mi ginecóloga y mi nutrióloga (Atenea por supuesto). Les platiqué lo que pasaba, cómo me sentía y cuál estaba siendo mi ritmo de vida. Hicimos algunos estudios y tras encontrar todo en niveles “normales” llegamos a la conclusión de que sometí a mi cuerpo a tanto estrés que él, en su función y naturaleza cíclica, cumplía cada fase en un mode “ahorro de energía” dejando de lado los días de sangrado, porque en ellos ocupamos mucha energía y nutrientes importantes que mi cuerpo no quería perder. Las causas del estrés fueron muchísimas, incluidas la alimentación de horario restringido que estaba experimentando. El punto es que quedarme sin periodo menstrual me hizo investigar a profundidad acerca de él y de todo lo que acontece a su alrededor y que yo desconocía.
Lo primero con lo que hice contacto fue con entender que soy un SER CÍCLICO, esto es, mi cuerpo de mujer tiene un ciclo que va desde los 21 hasta los 35 días donde libera un óvulo para ser o no fecundado y entonces viene la gestación o el sangrado. Y eso ocurre desde los 10-12 años hasta los 55 -60 años (aprox.) que llega la menopausia. Entender esto, que en mi cuerpo ocurre un CICLO lo cambió todo.
Si eres hombre y estás leyendo esto creerás que es información innecesaria para ti; pero te equivocas. Entender un poquito del ciclo que vivimos te dará una mejor perspectiva del por qué y para qué de algunas conductas, y más que echarle la culpa o justificar con un: “estás en tus días…”podrás ser más empático con las mujeres de tu vida.
Como conocimiento general, en edad reproductiva el ciclo es: a la par del día 1 de menstruación inicia el ciclo en la fase folicular donde el óvulo comienza a madurar para después ser liberado del ovario, la fase de ovulación, y viajar por las trompas de Falopio hasta el útero quien se preparó para recibir al óvulo fecundado y albergarlo durante el proceso de gestación, en caso de haber fecundado. En caso de no haber fecundación, entonces el útero se prepara para desechar ese óvulo ocurriendo la menstruación/días de sangrado. Y repetimos el ciclo durante toda la edad reproductiva.
Entendido el ciclo, vamos a darle tono más alternativo.
En esta búsqueda de re-conectar con mi periodo leí todo lo que pude leer hasta que llegué a Luna Roja de la autora Miranda Gray, quien de forma muy amorosa me llevó de le mano para entender que cada etapa que atravieso en este ciclo está llena de energía, misticismo y sincronicidad con la tierra, con la luna, con las demás mujeres… Para no contarte todo el libro y mejor animarte a leerlo voy a ponerte un súper resumen de cómo lo entendí yo.
- 4 fases de la luna: luna creciente, luna llena, luna menguante y luna nueva.
- 4 estaciones del año: primavera, verano, otoño e invierno.
- 4 arquetipos energéticos: la doncella, la madre, la hechicera y la bruja.
- 4 fases del periodo: fase folicular, ovulación, fase lúteal y menstruación.
Está rejilla de 4 por 4 fue la forma más bella para ir entendiendo y conectando realmente. Vamos una a una:
Menstruación (días de sangrado), con el arquetipo de la bruja, la luna nueva y el invierno. Sin entrar en tanto detalle, relaciona estos 4 conceptos con todo lo que te simbolice, conecta con ello y honrémoslo. Por ejemplo; el invierno es frío, queremos estar calientitas, con una bebida caliente, una cobija, necesitamos más apapachos y estar con nosotras mismas. Ropa calientita y suelta. Estamos sangrando, nos sentimos generalmente con ondas de energía en vaivén, dolores y la incomodidad de estar desechando sangre.
Luego viene la doncella, ya no hay sangrado, estamos recuperando nuestra energía. La primavera está a todo lo que da, el sol está calentando nuestro cuerpo, nos deshicimos de lo que no servía y estamos en proceso de crear nuevas cosas, ideas, situaciones, la luna está creciendo. Cerramos un ciclo para abrir otro con nuevas oportunidades y más amor a nosotras mismas después de apapacharnos mientras cerrábamos el pasado.
Le sigue el verano con el arquetipo de la madre, la luna llena y la ovulación. Estamos listas para todo. Tenemos todo. El verano tiene calor, lluvia, viento. Como mamá, este arquetipo lo puede todo, no solo para ella, sino para todas las personas que la rodean. Tiende una mano, escucha, apoya, ayuda, florece. La energía está a full; ya no solo tenemos ideas, ahora estamos listas para materializarlas y poner manos a la obra. Y somos capaces de fluir con lo que viene de frente, sea positivo o sea un obstáculo que parece no dejarnos avanzar. Estamos tan listas que podemos con todo … como mamá.
Y llega la hechicera, con la luna menguando, más pensativa, más selectiva. Tan inteligente para comenzar a discernir entre lo que seguirá avanzando y lo que desechará porque ya no necesita. La energía comienza a decaer porque está concentrándose en desprender, en soltar. Es mágica y nos pone de frente a admirar y aprender de la dualidad de estar muy arriba a ir a la profundidad del abajo porque nos damos cuenta que llegará la menstruación y será repetido el ciclo.
¿Lo ves? es hermoso y es una forma muy fácil de ir entendiéndolo y reconectado para usarlo a nuestro favor y honrarlo. Ahora, demos paso a ¿qué hago cuándo llega mi periodo y estoy entrenando? Bueno, después de lo que te he contado ¿qué te dirías tú?
En todo esto las hormonas juegan un papel muy importante, porque a nivel químico segregamos más o menos de ellas dependiendo la fase del periodo.
Durante los días de sangrado, lo mejor será honrar la decadencia y bajar el ritmo. La progesterona y estrógenos están en los niveles más bajos, así que actividades a bajo ritmo, sin mayor esfuerzo será el mejor aliado en tu entrenamiento. Ojo, con ello no quiero decir deja de entrenar y tírate al drama y siente el dolor, sufre. No, para nada. Solo quiero transmitirte un “conócete, reconócete y hónrate”, puede incluso que no hagas click con los arquetipos y las fases, puede que los tengas combinados o los vivas diferente. El punto aquí es reconocerlo y reconectar con ello para sacarle el mejor partido. Y repito en cada una de nosotras puede que ocurran similitudes o que lo vivamos diferente, pero es cíclico y como repetimos este ciclo toda la edad reproductiva conocer los patrones y/o como modificarlos es una buena estrategia.
Si, esta breve introducción te gusto, te recomiendo ampliamente des una leída a Luna Roja; en verdad amplio mi panorama y estoy aprendiendo mucho de mí y me encanta.
*Luna Roja, Gray. M. 2011